martes, 15 de marzo de 2016

Volver a ello

Si Bette Davis publicó en 1962: "Madre de tres hijos. Divorciada. Norteamericana. 30 años de experiencia como actriz de cine. Capaz aún de moverse; más amable de lo que dicen los chismes. Se ofrece para trabajo en Hollywood (ya estuvo en Broadway)", ¿por qué no voy yo a publicar algo así como "Padre de dos hijas. Divorciado dos veces. Español. Más de 30 años de experiencia como escritor y como gestor cultural y cerca de 20 como periodista, en dos continentes. Capaz aún de emprender nuevos horizontes o de consolidar los existentes; más conciliador y menos oscuro de lo que dicen algunos chismes. Se ofrece para trabajo en medios, editoriales o fundaciones culturales (ya estuvo en muchas trincheras)"?
Quizá no lo haga porque me de un poco de vergüenza. En todo caso, me gusta ser más discreto de lo que también algunos dicen. Pero quede claro que, al contrario de la actriz, yo no estoy hablando en broma.
Aquí sigo, en la tarea de los milagros, ya persiguiendo sin descanso el mayor de todos ellos.

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