jueves, 19 de febrero de 2009

Del dolor que hablo no hay médico que entienda

Es bueno el dolor de muelas que me asedia a veces: hace como la mancha verde, que la de mora quita.

La vida es un tango por Calderón de la Barca

Se trata de la vida, amigo mío, y "La vida es un tango por Calderón de la Barca" -título por cierto de una de mis novelas inéditas-.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Cibeles Madrid Fashion Week: Perdidos en la T4


A punto de llegar Cibeles -La Pasarela- a Madrid, algunos de los mejores diseñadores patrios, que acudieron a la inauguración de aún no se ha podido confirmar qué, se perdieron hace días en los vericuetos de la compleja T4 del "Fashion International Barajas Airport" (FIBA).

Se han establecido recompensas para quienes tengan la suerte de encontrarlos, aunque todo hace suponer que aparecerán, de un día para otro, encima de un escenario.

Entre tanto, la Dirección de tan prestigioso centro de negocios y Viajes ha distribuido entre la gente, las personas, los transeúntes y algún que otro despistado fotografías de los desaparecidos, según ha confirmado el gabinete de desprensa (sic) del propio FIBA.

En el mismo comunicado, no se descarta que entre los diseñadores se haya podido infiltrar el famoso recortador Eduardo Manostijeras, por cuya captura, no obstante, no se ofrece ni un duro...


(Continuará...)


Pie de foto: El noveno por la izquierda tiene todas las papeletas de convertirse en el gran triunfador de la madre de todas las pasarelas hispánicas. Se trata del diseñador español Antonio Alvarado.

domingo, 15 de febrero de 2009

Ceguera

Mi renuncia al sur fue anterior a mi viaje al norte. Durante años he buscado mi sitio en el mundo sin darme cuenta de que éste ha permanecido siempre en dónde yo estaba. Decía: "me miran pero no me ven" y, sin embargo, era yo el que no veía.

Podíamos habernos quedado en casa, pero tampoco importó salir (Cierre de mercados del 24 de enero de 2006)

(Continúa aquí la sección de comentarios de bolsa publicados en varios medios de comunicación a lo largo de algunos de éstos últimos años. No se trata de la crónica de un día. Si alguien se embarca en su lectura que sepa que no se encontrará, simplemente, con datos referidos a una jornada cualquiera, sino con un estado de pensamiento que, en todo caso, siempre tuvo la vocación de sistema, aunque se mostrara fragmentario.)

(7 apuntitos del natural y un "por aquí te quiero vé" de agencia para cerrar la jornada completitos)
1.- La mañana estaba como para quedarse en casa. El envejecimiento prematuro provocado por los sobresaltos de ayer, capaces como hubieran sido éstos últimos -los sobresaltos- de tumbar a un mulo cabezón, era motivo más que suficiente como para justificar el no pisar acera alguna en la jornada de hoy. Y pese a ello, ninguno faltó a su cita. Y ya antes de la apertura, el cierre de las bolsas asiáticas por fin se vestía de positivo después de de unos cuantos días de tragedia; los mercados neoyorkinos cerraban planos como tablero de ajedrez, los resultados de las compañías estadounidenses resultaban desiguales -para todos los gustos- (Texas Instruments, peor de lo esperado; American Express, en línea, E-Trade, mejor de lo esperadoesperado...); la CNMV autorizaba las OPAs de Prisa y ACS sobre Sogecable y Fenosa; Acerinox acordaba subir el precio del acero; el Banco Popular daba a conocer sus buenos -sólo buenos- resultados de 2005, ThyssenKrupp anunciaba su decisión de no subir el precio de la OPA por Dofasco.
2.- Y el caso es que en tanto vuelven por sus fueros los amigos del catastrofismo, los temores a la inflación, a los precios del petróleo y a los resultados de las más potentes compañías del panorama empresarial del momento han podido con todo el mundo en la vieja Europa, y las ventas se han configurado como una especie de marea capaz de sumirlo todo... Tsunami no, maremotillo como mucho, marea al fin. La sesión comenzó plana, dispuesta aburrir al más pintado. No tenía mala pinta el Ibex, por ejemplo, pero ya en la primera hora se vió que la cosa iba cuesta abajo.
3.- A media mañana, se mantenían ciertas esperanzas, pues parecía estabilizarse el selectivo madrileño en la zona de los 10.680-10.700 puntos. Arcelor se estaba manteniendo al frente de la clasificación del general de la clase de los mejores en Madrid y París a la vez. A Antena3 TV le hacía "pupa" una recomendación negativa de Fortis. Cintra también estaba en los puestos altos clasificatorios, aupada por la concesión de una autopista en Indiana, Estados Unidos. Alba daba a conocer la venta de cerca de un cuatro por ciento de Carrefour y la compra de acciones de ACS, así como su objetivo de llegar en la construtora y compañía de servicios que preside Pérez, que no es ningún pariente mío -ya me gustaría- sino el presidente del Madrid- a un 20%. Metrovacesa y Popular, por ejemplo registraban caídas, pese a que esta última había comenzado la jornada en positivo, como también caía Endesa, dándose una jornada más de respirillo. Telecinco, por su parte, registraba avances, como Ferrovial. El sector de telecomunicaciones abandonaba en toda Europa la zona de ganancias tras un informe negativo de JP Morgan.
(...)
4.- Acercándose la hora del Ángelus, el protagonismo fue, de repente, americano. Wall Street Journal publicaba que Daimler Chrysler podría recortar 5.000 puestos directivos. Y como tampoco podía ser menos, el petróleo también dijo "aquí estoy", pero en boca de Merrill Lynch, que revisaba a esas horas al alza la previsión del precio medio del crudo para 2006 y 2007. Cintra y Arcelor seguían subiendo, mientras tanto, más de un 3%, pero el Ibex caía un tercio de punto. En tanto, DaimlerChrysler confirmaba su intención de suprimir 6.000 empleos y sus acciones subían y subían como si las comandara el conejito de las pilas ésas de la tele. Tanto el crudo como el euro se mantenían estables, tras las últimas revalorizaciones (uno en unos 67,60$ y el optro en 1,22$). Más resultados se publicaban conforma avanzaba el día. En Estados Unidos: DuPont, peor de lo esperado; Lucent Technologies, 3M, McDonalds y Johnson&Johnson, en línea...
5.- Y la última hora y media de sesión fue una montaña rusa que acabó en morrón. Un nuevo morrón, pero no un morrón morrocotudo de los marcan época. Un morrón normalito y corrientito. A las cuatro de la tarde, el selectivo madrileño seguía comandado por Arcelor y por Cintra. Metrovacesa y Endesa seguían hundiéndose. United Technologies anunciaba, en EE.UU., resultados mejores de lo esperado. El crudo se acercaba a los 68$ el barril de Brent...
(...)
6.- Total, caídas generalizadas en todos los indicadores. El Ibex ha perdido cerca de medio punto porcentual, y ha mantenido con holgura el nivel de los 10.600. Al final, todo caídas. Y claro, como no toda Europa es Holanda –y por cierto, la bolsa holandesa es de las que menos ha bajado hoy (sólo un 0,09%, una décima más que el Cac parisino)-, no ha habido hoy diques capaces de contener el aluvión de órdenes de venta que han dominado la jornada. Las aspiraciones de crecer son todas y las capacidades para hacerlo son hoy impensables, dada la liquidez que existe, pero ciertos datos empresariales y ciertos temores, y ciertos rumores, y ciertas..., leches, digamos, pueden con cualquiera.
7.- Sin embargo, no voy a ser vulgar –entiéndase como “vulgar” lo corriente, lo que está al uso- y voy a decirles una cosa: Ustedes tranquilos, que no pasa nada. Ni viene el lobo –como hay quien por ahí apunta con regocijo ante una previsible catástrofe, en un alarde premonitorio y de dudosa naturaleza, pues además se anota el tanto de haberla visto –la catástrofe- antes que nadie-, ni nos vamos a tener que ir a pedir asilo a un hospicio. No pasa nada. Si ya sabemos –y por experiencia- que los “normales” no podemos invertir en bolsa de hoy para antes de ayer, tampoco los “normales” vamos a morirnos de la angustia por un par de días malos... ¿malos?, ¿por qué malos? No tienen que ser malos, ni tienen que dejar de serlo. Pues, por eso, lo que yo quiero decir aquí, ahora, es que no pasa nada.
8.- Y lo de agencia lo dejamos para que lo vean ustedes en El Ibex cierra la sesión con una caída del 0,44% y baja hasta los 10.600 puntos.
Un saludo afectuoso,
su seguro servidor
Manuel Pérez-Petit

(Debo aclarar que los enlaces que puedan haberse deslizado en éste texto no son vigentes en la actualidad.)

"Ná de ná" (Cierre de mercados del 23 de enero de 2006)

(Continúa aquí la sección de comentarios de bolsa publicados en varios medios de comunicación a lo largo de algunos de éstos últimos años. No se trata de la crónica de un día. Si alguien se embarca en su lectura que sepa que no se encontrará, simplemente, con datos referidos a una jornada cualquiera, sino con un estado de pensamiento que, en todo caso, siempre tuvo la vocación de sistema, aunque se mostrara fragmentario.)

Las escenas de pánico se sucedían vertiginosamente. Era temprano para muchos y la bilis que producía el ayuno en la mayoría añadía a la delicada situación reinante un peligro: el de que más de uno podía haber muerto ahogado, víctima de una situación adversa que, por entonces, se preveía verdaderamente trágica, o quizá de su propia mediocridad. De haber ocurrido -la pérdida de sitio en el censo de más de uno-, no hubiera sido posible precisar las causas de las defunciones. En unos casos, el forense podría haber escrito: síncope; en otros: muerte súbita; en otro más, quién sabe. Entre las nueve y las diez de la mañana parecía que nos íbamos al garete. Con el antecedente del cierre negativo del viernes, el temor a una nueva subida del precio del petróleo, el tarantantán que todavía sufre la bolsa de Tokio, el miedo a los resultados empresariales en Estados Unidos... Pues "pá ná". Nada de lo de entonces sirve "pá ná". Son cosas de estos muchachos a los que con tanto acierto como mala uva retrató Wolfe en su "Hoguera de las vanidades". "Ná pá ná". A fin de cuentas, la crónica y el resumen del día por parciales ha sido:
De nueve a diez, ayuno y problemas de salud diversos, sudoración fría, vientres fláccidos, diarreas y ataques agudos de ansiedad; de diez a once, desayuno, recuperación del ánimo y restablecimiento rápido de los enfermos leves; de once a doce, incertidumbres y estabilización de los más alterados; de doce a una, nuevas cagaleras, recaídas múltiples en tabaquismo compulsivo; de una a dos, ahhhh (alivio generalizado, esto es, Alka-Seltzer natural), soplidos varios; de dos a tres, alegría, ganas de comer y relajación generalizada; de tres a cuatro, buen festival en la primera mitad de la hora, no tan bueno en la segunda; de cuatro a cinco, lágrimas primero, sonrisas después. A partir de las cinco, ni les cuento (chirigota, exaltación de la amistad, alegría de vivir). Al final, los mismos que eran atendidos de conatos de "patatuses" a las nueve de la mañana eran atendidos de soponcios de alivio y de alegríaa las cinco y media de la tarde. Y es que estos chicos son así.
Sin ir más lejos, la verdad es que habiendo cerrado Tokio como lo había hecho, todas las inquietudes y sensaciones por la mañana a primera eran negativas, desazonantes. En el mejor de los casos, encontrabas analistas que te decían: "Habrá que ver si esto -sic- es una corrección o un cambio de tendencia. Si fuera una corrección habría que tener cuidado..."
-¿Y si fuera un cambio de tendencia?
-También.
-Con esa clarividencia, chico, no nos haremos ricos nunca.
-¿Quée? Perdona, que no te he oído.
-Nada importante. Será que en tu despacho tienes el hilo musical demasiado alto.
-Vale, estoy de acuerdo, esperaré a vér qué pasa para seguir dándo órdenes... Hombre, ¡estás aquí! Dime qué se te presenta.
-No, nada, pasaba por aquí y sólo quería saludarte...
(...)
Y así estaba el personal antes de las diez de la mañana: más "pá yá que pá cá". No en vano, antes de que abrieran los mercados, un montón de noticias -y un montón de inqtudes, contradicciones y peligros- se fueron agolpando a lo bestia sobre las mesas del mundo. Había rumores de nuevas subidas del precio del petróleo, en tanto que el rey Abdullah de Arabia Saudí, en vísperas de un viaje oficial a la India, reconocía que el precio del crudo que era demasiado alto y que debería ser más moderado, al menos, para los países en desarrollo. El euro se asomaba al balcón ya por entonces de sus máximos en los últimos cuatro meses y seguía subiendo, no en vano también dos de los consejeros del Banco Central Europeo (BCE) habían sugerido que eran posibles nuevas alzas de los tipos de interés en Europa, dado el peligro de inflación debido a los precios del crudo y para "lograr la estabilidad de los precios". Minutos antes de la apertura -aún no habían comenzado a funcionar los mercados y ya había motivos para estar agotado-, Telefónica anunciaba que el 67,98% de los accionistas de la operadora británica de telefonía móvil O2 habían aceptado su Opa, y declaraba "totalmente incondicional" su oferta sobre la misma...
Del resto del día qué quieren que les cuente. Pues lo que cuentan las crónicas.
"La bolsa española sobrevivió a la caída del viernes de Wall Street con una pérdida del 0,27 por ciento en esta jornada, que le permite mantener el nivel de 10.700 puntos."
"Así, el principal indicador de la bolsa española, el Ibex-35, bajó 80,60 puntos, el 0,27 por ciento, hasta 10.712,20 puntos, con lo que incurre nuevamente en pérdidas en este ejercicio al acumular un descenso del 0,2 por ciento respecto al cierre de 2005."
"Por su parte, el índice general de la Bolsa de Madrid cedió el 0,27 por ciento -todavía gana el 0,45 por ciento este año- y el tecnológico Ibex Nuevo Mercado, el 1,24 por ciento -avanza el 2,46 por ciento este ejercicio-."
"En Europa, con el euro en niveles de hace cuatro meses y cerca de 1,23 dólares, subió Milán, el 0,3 por ciento, mientras que París bajó el 0,45 por ciento; Londres, el 0,2 por ciento y Fráncfort, el 0,01 por ciento."
"La bajada del 2 por ciento de Wall Street el pasado viernes y del 2,15 por ciento de Tokio esta madrugada determinó un comienzo de sesión desastroso en la bolsa española." "Al igual que las plazas europeas, el mercado nacional abrió con un descenso del 1,2 por ciento y al borde de 10.600 puntos, nivel que no registraba desde hace un mes."
"El elevado precio del petróleo, que el viernes había subido el 2 por ciento y había concluido la sesión a 66,4 dólares, también influyó en las ventas matinales."
"La cotización del crudo "Brent" se había situado en 67 dólares en el inicio de la jornada por los explosiones que destrozaron los gasoductos que unen Rusia con Armenia y Georgia el fin de semana."
"Aunque el petróleo se abarataba moderadamente, la cotización del euro, que superaba 1,22 dólares por las declaraciones de miembros del Banco Central Europeo sobre posibles aumentos de los tipos de interés a corto plazo, frenaba a las bolsas."
"Sin embargo, el buen comportamiento de los futuros sobre los índices bursátiles estadounidenses y la contribución de algunos de los grandes valores iban reduciendo las pérdidas de la bolsa española."
"La dubitativa apertura al alza de Wall Street, junto al mantenimiento del crudo en torno a 66 dólares, fue acercando al mercado hasta 10.700 puntos."
"Al cierre de la bolsa española la plaza neoyorquina subía el 0,5 por ciento, alentada por los resultados de Ford, que despedirá a cerca de 30.000 trabajadores, mientras que las cuentas de Bank of America decepcionaban a los inversores, al igual que la subida del 0,1 por ciento de los indicadores adelantados de la economía estadounidense el pasado mes de diciembre."
"De los grandes valores, Endesa subió el 0,9 por ciento, mientras que SCH avanzó el 0,18 por ciento tras anunciar que comprará la financiera estadounidense Island Finance a Wells Fargo por más de 700 millones de dólares."
"Bajaron Repsol, el 0,8 por ciento, mientras que BBVA cedió el 0,66 por ciento; Telefónica, el 0,16 por ciento e Iberdrola, el 0,04 por ciento."
"FCC encabezó las pérdidas del Ibex-35 al ceder el 2,75 por ciento al ser objeto de un informe negativo de una firma de bolsa, mientras que Indra bajó el 2,58 por ciento, seguida de otras constructoras, ya que Sacyr perdió el 2,51 por ciento y Acciona, el 2,26 por ciento, perjudicadas por la posible subida de tipos."
"De las diez empresas del Ibex con ganancias, Cintra se situó en primer lugar con un alza del 1,71 por ciento tras resultar adjudicataria de la concesión de una autopista en los Estados Unidos de América, seguida de Telecinco, que después de cuatro días a la baja, subió el 1,49 por ciento, mientras que Ferrovial, matriz de Cintra subió el 1,32 por ciento."
"Los derechos de Dogi B presidieron las pérdidas del mercado continuo al bajar el 29,41 por ciento, mientras que Urbas comandó las ganancias con una subida del 9,89 por ciento."
"La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subió dos centésimas y se situó en el 3,39 por ciento, mientras que el efectivo negociado en el mercado continuo se situó en 4.133 millones de euros, de los que poco más de 1.500 procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales."
"De los sectores del mercado madrileño sólo subió energía, el 0,06 por ciento, mientras que materiales básicos cedió el 0,99 por ciento; bienes de consumo, el 0,7 por ciento; tecnología, el 0,23 por ciento; servicios financieros, el 0,19 por ciento y servicios de consumo, el 0,04 por ciento."
Manuel Pérez-Petit

(Debo aclarar que los enlaces que puedan haberse deslizado en éste texto no son vigentes en la actualidad.)

¿Existe ayer? Respuesta: No. Ayer ya es la prehistoria, en efecto, y hoy es siempre (Cierre de mercados del 19 de enero de 2006)

(Continúa aquí la sección de comentarios de bolsa publicados en varios medios de comunicación a lo largo de algunos de éstos últimos años. No se trata de la crónica de un día. Si alguien se embarca en su lectura que sepa que no se encontrará, simplemente, con datos referidos a una jornada cualquiera, sino con un estado de pensamiento que, en todo caso, siempre tuvo la vocación de sistema, aunque se mostrara fragmentario.)

Y hoy, por ejemplo, han vuelto todos a lo suyo. A comerse al vecino. A sacar pecho. A pasar de todo. Como si nada pasara... ¡Hala, hala! Aaaarriba, que para eso son todos ellos sin excepción alguna como el primo de Zumosol. Y las bolsas del mundo, eso, a lo suyo, que hay que andar lo desandado por culpa de gente que ya no es del club. Ése ya no es de los nuestros; ése no existe. ¿Livedoor?... ¿Qué narices es Livedoor? ¿Tokio? ¿Qué pasa en Tokio además -casi- de que hay muchos japoneses en Tokio, pero como mucho ruso en Rusia o como mucho maltés en Malta sin ser halcón siquiera? Todo pasa y nada pasa. Hoy es lo único que tenemos ahora. Carpe Diem. Vive y deja vivir y, sobre todo, aplícate a tí mismo este lema.
Y hoy, por ejemplo, el petróleo ha estado en niveles similares a los de ayer -cerrando el Brent en algo más de 64 dólares el barril- y, sin embargo, los compradores estaban locos de contento, como comprando en las rebajas, cuando ayer incrementaron su consumo de ansiolíticos hasta puntos himaláyicos. Y valiendo lo mismo el crudo la reacción ha sido opuesta. ¿Por qué? Pues por eso, leñ..., porque es hoy. Y hoy, por ejemplo, las materias primas siguen marcando máximos históricos y la gente anda loca de contenta, pues porque es hoy, y hoy es lo único que cuenta.
Y hoy, por ejemplo, todos los mercados que ayer -¿ayer?..., extraña palabra, curiosa..., en fin, ya la buscaremos en el diccionario- bajaban a los infiernos, están de festín, de orgía de signos positivos y de subidón adrenalítico. A correr se ha dicho. Y vaya como corren los puñeteros. Y a este lado de la lengua de mar que Colón cruzara hace quinientos y pico de años ha sido el Ibex el estilete de los números, pues el selectivo madrileño ha crecido más que nadie hoy, porque el Ibex es así, y al Ibex le gusta dar la nota y destacar sobre el resto de la clase, no en vano se pasó la mayor parte del difunto 2005 yendo por libre, a su aire, con un afán de protagonismo insolente para cualquiera. De momento, hoy ya ha recuperado los 10.800... ¿Cómo que los ha recuperado? Se ha pasado de los 10.800 una jarté de pueblos, cerrando como un jabato en 10.821 nada menos. Ea. Sacando varias cabezas de ventaja a los demás índices, cuyas notas hoy tampoco es que sido moco de pavo. Al contrario, el Cac creció cerca de un 0,90%; el Ftse, medio punto, y el Dax, por ejemplo, un 0,65%. En el contexsto internacional, el principal indicador de Tokio recuperó, básicamente, lo perdido ayer, lo mismos d¡que el resto de los mercados asíaticos y americanos. A estas horas en que ando terminando de escribir este cierre de hoy, por ejemplo, cerca de las ocho de la tarde, los bolsas estadounidenses están que rompen el molde, y no digamos nada de otros mercados de allá, como el mexicano y, sobre todo, el brasileño... En fín que todo es alegría hoy en los mercados financieros del mundo mundial. Enhorabuena a todos por haber guardado el luto siguiendo los más correctos manuales de conducta.
Y es que hoy, por ejemplo, es obligado hablar de "Súper" Endesa, que es como el Superratón de mi segunda infancia. "Súper" Endesa nunca olvida supervitaminarse ni supermineralizarse. Es un cañón -ya lo decíamos ayer- y a ver quién es el guapo que se atreve a toserle al tal Pizarro, elevados a los cielos por mor de los cojones con que dirige la nave. Hoy Pizarro ha dicho "ahora empieza la OPA de verdad"...
(...)
Disculpen la paradita. No me ha quedado más remedio que ir a por un café, porque me he quedado acojonado.
(...)
Y es que hoy Pizarro ha dicho "ahora empieza la OPA de verdad" y los títulos de Endesa han subido como bestias pardas hasta un 3,16%, aupados también por el dividendo de dos euros y medio por acción anunciado ayer. Y lo que les quedará. Y lo que seguirá dando que hablar la OPA, y hasta puede que quizá más que hasta ahora. Ya veremos.
Y hoy, por lo demás, en el indicativo de referencia español sólo terminaron cuatro la sesión en números rojos Telecinco (-1,17 por ciento), Indra (-1,04) y Repsol -porque un banco de inversión le ha retirado de su cartera- e Inditex, con una caíada cada una de 0,07 puntos porcentuales. Porque hoy todo ha sido positivo. Si no, que se lo digan a FCC, la mejor de la primera división de la bolsa española, cuyo valor bursátil creció un 3,85 %. En el Continuo, Reno de Medici se aupó al trono de campeón del día, con una revalorización de 6,85 por ciento, en tanto que el peor de la jornada en Madrid fueron los derechos de Dogi, que retrocedieron un 5,56%. Luego, además, hoy también ha estado el buen comportamiento de Santander, que hoy mismo ha anunciado que suprimirá comisiones a más de dos millones de clientes, o de TPI, o de Sacyr -una de cuyas filiales, la francesa Gecina, ha presentado hoy espectaculares resultados del ejercicio pasado-, o de Altadis, o de Gamesa, o de Ferrovial, o de...
Y es que hoy, todo, todito, todo nos invitaba a ser hoy más que ayer y menos que mañana. Sobre todo porque hoy es siempre, no lo olviden.
Manuel Pérez-Petit

Posdata: No se lo pierdan. Escriban en la barra de direcciones de su navegador la siguiente direción: http://blogs.wanadoo.es/bfcierresmpp

(Debo aclarar que los enlaces que puedan haberse deslizado en éste texto no son vigentes en la actualidad.)

De la bolsa y la vida (Cierre de mercados del 18 de enero de 2006)

(Comienzo aquí una sección con varios comentarios de bolsa publicados en varios medios de comunicación a lo largo de algunos de éstos últimos años. No se trata de la crónica de un día. Si alguien se embarca en su lectura que sepa que no se encontrará, simplemente, con datos referidos a una jornada cualquiera, sino con un estado de pensamiento que, en todo caso, siempre tuvo la vocación de sistema, aunque se mostrara fragmentario.)

El gran teatro de los sueños de los mercados del mundo, que, a la vez, son muchos y uno sólo, aunque sean más uno, realmente, que muchos, hoy ha descendido a los infiernos de su propia impotencia ante sí mismos, de su coherencia vital, de su propia idiosincracia. Y es que no hay nada más endeble ni más aparentemente poderoso que los mercados financieros; que el mercado financiero en que se ha convertido -a simple vista para siempre, aunque eso nunca se sabe- el mundo conocido: un universo de cobardicas, tramposos y ventajistas -dicho todo esto sin afán de molestar y con el máximo respeto-, en el que cada uno va a lo suyo, y yéndo a lo suyo, que no es lo de todos, hacen su ley -con trampa incluida, por si las moscas y para tener clara, en la mayoría de las veces, la práctica diaria- y se reparten la merienda como lo que son. La economía que consagran es la más arqueológica de todas; aquella que dice que el beneficio de uno es el beneficio de los demás. Pura patraña, pues el beneficio de uno será el beneficio de los demás según cómo y por qué -algunos incluirían también aquí un "cuándo" y un "dónde", pero yo no, porque no frivolizo-. Y es que son "descendientes" y herederos directos de los dioses griegos, dueños del mundo, al que someten a sus caprichos y a sus trampas. Dioses de barro, pero dioses al fin. Se sienten dioses y viven como tales. La única regla que cumplen en este escenario del "todo vale" es la de que no se les descubra, pues eso, ser descubiertos, les saca, sin remedio, del retablo; les supone la expulsión del paraíso en que tenían hasta entonces su morada, y sin necesidad de querubines de espadas flameantes, se marchan por su propio pie -haciendo de paso, el daño que pueden- y abandonan, ante la indiferencia aparente de los demás, el gran teatro de los sueños del que eran coprotagonistas hasta hace apenas un minuto. Jekill y Hyde, dirían los amigos del tópico, y se equivocarían, porque estos tíos sólo tienen una cara, la de Hyde. Lo demás es cosa de atrezzo, peluquería y maquillaje. Y cuando cae un Hyde, no pasa nada, pues todos son fundamentalísimos y perfectamente reemplazables a la vez.
Siempre les cabrá la posibilidad de ser ave fénix, pero de eso hablaremos otro día, porque hoy de lo que se trata es de ver un caso, el caso de un listillo que no resultó serlo tanto. Si un listillo -y normalmente el listillo se cree más listo que el listo y el listo, a su vez, se siente más inteligente que el inteligente- prevarica o falsea los balances de su compañía o manipula, por ejemplo, las cotizaciones de la misma en los mercados financieros no pasa nada, pues cuando pasa es cuando es descubierto el pastelillo que se han montado. Entonces sí que se monta la mundial, el pánico se adueña de todo como un magma pompeyano, lo sepulta todo, lo fagocita todo y todo es descontrol y oscuridad. Entonces, como hoy, la bolsa de Tokio, por ejemplo, ¡la de Tokio nada menos!, se ve obligada a cerrar sus puertas antes de tiempo, se desploma con un desmayo de los de abrir boquetes como cavernas en el suelo, surte de clientela a los hospitales más cercanos hasta abarrotarlos, da trabajo extra a lo bestia a la polícía y a los juzgados de la zona, arruina a los peluqueros que haya cerca -pues a muchos le entra de golpe alopecia galopante-, y provoca la tragedia en que todos se ven, se sienten y están sepultados por el magma que provoca la torpeza de uno sólo -torpe no por hacer lo que hace -que es lo hacen todos-, sino por ser descubierto, insisto, y eso es lo que hay, y allá cada uno con las conclusiones que saque-, y todo el mundo añora el statu quo perdido momentáneamente, pues a todos le salen los números en rojo de repente, y a todo el mundo se le acaba el mundo y los abismos insondables se abren bajo la costra vesubiana que ya es irremisible y no tiene solución. Y en este caso, tampoco nadie se acuerda de que lo que es de hoy ya mañana es prehistoria -e, incluso, arqueología- ni de que mañana será otra jornada en que comerse unos a otros, porque estos tíos no tienen sangre en las venas: tienen hojas de excel, contabilidad creativa, afán de poder, mala uva y ningún respeto por lo ajeno. No digo que no haya expeciones, pero las excepciones tienen que ir con más cuidado que nadie. Y es que hay que entender que además de cagones -pues no hay nadie más cagón que el que está en la cumbre, y en esto en la cumbre, o cerca de ella, andan todos-, los mercados financierois tienen un protagonismo en nuestras vidas absolutamente impropio, si a su naturaleza nos circunscribimos. Otro día también hablaremos de todo ello, y hasta quizá les proponga un "Curso superior de ignorancia en mercados y otros circos" - y le tomo prestado el título al poeta Miguel D'Ors, que con un libro de igual título que el del curso que les propongo, obtuvo hace unos años el Premio Nacional de la Crítica-, pero eso será otro día, porque ahora no me hallo capaz de explicarles los objetivos de un programa de información cuya única formación sería resumida en una frase: "Todo tiene un precio en esta vida".
En fin, los mercados son así. Allá él si alguien se los toma demasiado en serio e, incluso, al punto, como desgraciadamente hay tantos, de "entregarle" sus anhelos, su envejecimiento personal, su vida al fin, toda su vida toda, y estornudan como y con la Bolsa de San Francisco cuando un alto directivo pierde el vuelo de las doce para Detroit, y tiemblan como y con el cataclismo que se produce en Hong Kong o en Nueva York cuando una eléctrica alemana reduce sus beneficios, pongamos por caso de 2.000 millones de euros a 1.500, y rebosan de alegría -de una infinita alegría y satisfacción- con una recomendación al alza que una casa de valores londinense haga sobre las acciones del tercer fabricante mundial de envases de cristal para aceitunas, como si en ello le fuera su futuro...
(...)
- Sí, ya sé que vuelvo hiperbólico, pero es que alguien me ha dicho que a mí no me apasiona la bolsa...
-Es que se pasa, amigo...
-¿Cómo que me paso? No me interrumpa, siga leyendo y no se equivoque, que me distrae.
(...)
En fin, ya digo...
Eso.
Pero, ¿quién ha dicho que a mí no me apasiona la bolsa, cuando lo que la bolsa nunca hará será mandarme al frenopático, que esto fue un firme propósito que yo mismo me hice hace ya algunos años, inmerso como estaba por entonces hasta el gorro -con alma, corazón y vida- en las hipnotizantes pantallas reflejantes de ese mundo cuyo propósito era y es dominar el mundo y cuya realidad es que casi ni puede dominarse a sí mismo -acaso sólo protegerse en su impunidad-, porque lo de dominarse ni es prioritario para ellos ni es objetivo alcanzable, a golpe como andan a diario de reafirmación en su idiosincracia y en sus objetivos de dominio, o no es verdad que el capitalismo más salvaje -que es el que dicta, realmente, sus normas y su modo de vida-, es el que nos explica lo que ha pasado con una compañía llamada Livedoor, su presidente -un tal Takafumi Horie- y la bolsa de Tokio; el precio del petróleo, sus dueños -los del crudo, que nos lo ponen crudo al resto, para variar-, y las repercusiones de áquel -el precio, el maldito precio que nos recuerda que todo tiene un precio y el precio cuando el bien es escaso lo pone el que tiene el bien y todos tienen que bailar su "jota" particular y tiránica- en todos los rincones del planeta, o, en otro orden de cosas, el cañón -incluso, quizá, giratorio- en que Endesa se ha convertido a base de sacer pecho e inflarse en su propia soberbia -hoy la eléctrica ha sido el único valor de los considerados "grandes" del selectivo madrileño que ha subido, tras registrar los mejores resultados de su historia, y menos mal que a la CNMV no le ha dado por suspenderla, como ya hiciera el nefasto 16 de noviembre pasado, aunque la empresa que preside Pizarro ha anunciado un dividendo de dos euros y medio por título, que se dice pronto-, y eso -no los casos que expongo, sino el planteamiento de fondo- no es sino una señal inequívoca de que los mercados enganchan, como engancha el lado oscuro de la fuerza -que es el lado en el que viven, ya digo, los mercados cada día-, como engancha todo aquello que engorda, está prohibido o es inmoral por la sola razón de que la condición humana es así, y, además, porque ser bueno no cotiza, precisamente, al alza, y más vale pisar al de al lado antes de que él te pise a ti -porque pisar te pisa si se empeña en ello, no hay género de dudas, y aunque estés prevenido, y aunque no se empeñe, porque el de al lado no entiende su vida sin pisarle a uno-, y es mejor ser trepa, tiburón o alimaña, porque eso le hace a uno ser "tela de chachi", por siendo, por ejemplo, cualquiera de esas cosas, se es a los demás, además, simpático, y se le cae bien al personal de turno, y se consiguen los objetivos de properidad y asentamiento en el estatus deseado con cierta facilidad -no olvidemos que la condición humana es así-, y no nos queda más remedio que aceptar la mochila que se nos encasqueta tal como nos venga, porque no nos queda más remedio, y, como no nos queda más remedio, va uno y pacta con la realidad, pero, ojo, la realidad no es el entorno que nos rodea, y entonces comienza nuestra confusión, porque vivimos en la selva, y la selva es una, pese a lo cual nos la venden como un conjunto más o menos numeroso de árboles que adornan un jardín -y por ahí comienzan a confundirnos, pues nos inducen a que los árboles no nos dejen ver la realidad de la selva, y si la vemos es que estamos locos y debemos ser expulsados del sistema, del orden, de la verdad que se nos dicta-, y ahí termina la vida y comienza la supervivencia, y eso es la bolsa, un mercado secundario sublimado hasta términos increíbles por los que quieren hacer un manual de vida "Un mundo feliz" de Adolf Huxley, y a mí eso sí que me apasiona, porque lo que me apasiona es ver que las cosas son, en realidad, mucho más simples de cómo nos las presentan, que la bolsa es un reflejo de libro de la condición humana, un juego que nos demuestra la poca evolución que, realmente, ha habido en los últimos dos mil quinientos o tres mil años, porque apasionarme me apasiona -la bolsa, recuerden-, pero no hasta el punto de que mi vida sea la bolsa, porque entre la bolsa y la vida yo escojo la segunda, y ésta es una razón más, pese a que me sentencien con aquello de que no me apasiona la bolsa, o alguien en su sano juicio estaría dispuesto a ser internado en una sección de psiquiatría hospitalaria por razón de un trabajo en que, al fin y al cabo, se sienta en la barrera y cuenta y comenta lo que pasa cuando lo que pasa es la propia vida?
El gran teatro de los sueños hoy nos marca el siguiente drama: Un señor japones tiene hace años una empresa de Internet -esto es, virtual, ya estamos con el cuento-; es una empresa que cotiza en la bolsa de Tokio, y no lo hace mal del todo. Ese mismo señor se hace de oro y vive su propia gloria, pero lo conseguido le parece poco, y entonces decide falsificar los números de su empresa -como es natural, para mejorarlos aún más-, y no pareciéndole suficiente lo ya hecho, también decide manipular las cotizaciones de su compañía -llamada, por cierto, Livedoor, "puerta de vida"- para que su valor bursátil aumente. Sólo se trata de eso, y todo va bien desde entonces, mejor aún. Este señor ha hecho lo que todos en mayor o menor medida hacen. Sin embargo, las trampas son descubiertas, algo que nunca ocurre en la mayoría de los casos. Y todo se viene abajo, agravado por algunos malos resultados de compañías -en esta ocasión Intel y Yahoo-. La bolsa de Tokio cierra por primera vez en su historia antes de hora, el resto de los índices del mundo se derriten como la cera -el Ibex ha perdido cerca de un punto porcentual, para situarse ligeramente por encima, al final, de la cota de diez mil setecientos, por ejemplo-, y caen despavoridos de puro pánico y cagalera, acentuada ésta, además, por un subidón de los de antología del petróleo -rondando hoy los sesenta y cinco dólares el barril de Brent- y por la realidad de unas materias primas que marcan máximos históricos cada día desde hace ya bastante tiempo -una onza de oro, por ejemplo casi se asoma ya al balcón de los seiscientos euros-, y entonces ya no hay más que esperar a mañana, leche, y saber, como Serrat cantando a Antonio Machado, que, para la bolsa, como para la vida, en el gran teatro de los sueños, "todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar...".
Manuel Pérez-Petit

Posdata: hoy sí hay posdata, además de comentario, y es para indicarles tres cosillas:
1.- Este cronista perdido y reencontrado agradece a todos aquellos que le han escrito reclamando sus comentarios y les prometo..., bueno, no les prometo nada, pero me acuerdo de ellos.
2.- Estre cronista poeta se ha propuesto, de tanta pasión como tiene por la bolsa -si no la tuviera haría cosas convencionales, que es lo que nunca hace y que es lo fácil y lo barato-, llegar a escribir un día un comentario de mercado sin números. No se lo pierdan. Y es que los números ya los tienen, y en la cantidad que quieran, por todo Basefinanciera.com.
Y 3.-Este cronista les invita, aprovechando la ocasión, a visitar su blog, cuyo lanzamiento mundial tendrá lugar en la próxima semana, pero en la que ya se pueden leer algunos de sus más afamados y célebres comentarios. Para ello, sólo tienen ustedes que escribir en la barra de direcciones de su navegador la siguiente dirreción: http://blogs.wanadoo.es/bfcierresmpp. Si lo hicieran, este cronista les estaría muy agradecido. Y si no lo hacen, también. Puede que lo hagan más adelante.

(Debo aclarar que los enlaces que puedan haberse deslizado en éste texto no son vigentes en la actualidad.)

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