domingo, 8 de marzo de 2009

El tobogán del Ibex es alargado... (Cierre de mercados del 3 de noviembre de 2005)

(Continúa aquí la sección de comentarios de bolsa publicados en varios medios de comunicación a lo largo de algunos de éstos últimos años. No se trata de la crónica de un día. Si alguien se embarca en su lectura que sepa que no se encontrará, simplemente, con datos referidos a una jornada cualquiera, sino con un estado de pensamiento que, en todo caso, siempre tuvo la vocación de sistema, aunque se mostrara fragmentario.)

..., y tiene miga –y músculo y fuerza y c..., leche, que se me escapaba- para dar y tomar, porque la verdad es que uno ve el gráfico del selectivo madrileño de los últimos días y se emociona, porque el muchacho aguanta lo que le echen, y sobre todo porque ante el tobogán templado de idas y venidas que se refleja en las pantallas bien pudiera uno imaginar que lo que está contemplando es cualquier cosa..., pero cualquier cosa bella al fin...
En fin, dejémonos de poéticas trasnochadas. Ahora resulta que los agoreros se han ido de vacaciones, o se han cansado de escribir, o se han vuelto mudos, y aunque, por ejemplo, Telefónica se nos despeñe –tranquilos todos respecto a esto, en un par de párrafos, o un par de pares de ellos, les explicaré por qué-, todos los valores cotizados van a una –como en Fuente Obejuna-, y, sin ir más lejos, ayer Sogecable -en la que va a tomar aún más poder Prisa, hoy ésta –para hacer caja y compensar la caída de ayer se ha puesto a la cabeza del selectivo y ha mejorado sus posiciones nada menos que un 2,90%-, mañana..., ¿qué pasará mañana?.... Pues que cualquiera puede ser el líder de la jornada. Y bueno, de este modo está la cosa que, incluso, uno está dispuesto a proponer que premien a la bolsa capitalina por ser el “espacio más ambientado de Madrid”, con menciones especiales y cuantas guirnaldas le quieran poner, porque el muchacho –y ya lo decía antes-, bien se lo merece. Es verdad. Está la bolsa ya tan interesante incluso como el fútbol, y que el fútbol dé gracias porque los sábados y los domingos no haya bolsa –claro que el fútbol bueno es entre semana-, que si no bien podríamos ver que los inteligentes que programan la televisión patria cambien el deporte de la pelotita por unos cuantos Consejos de Administración o ruedas de prensa de resultados de compañías en la noche de los sábados o para el plus, ahora que Polanco anda tan “embalado” con sus empresas y sus proyectos... Al tiempo, porque la cosa tiene miga. Y de la buena.
El Ibex, al final de la jornada, es un campeón de las finanzas. Olé. El CurroIbex voy a llamarle yo, como al Betis “güeno” le llamaron siempre muchos “Currobetis”... Y es que el Ibex tiene una delantera que ni la de “Los cinco magníficos” de los años buenos, buenos, del Real Zaragoza. Y el Ibex ahora está en momentos de arte y fortaleza. De poderío... Merece la pena salir a la calle a verle andar, como a Curro Romero en la Maestranza de Sevilla –había gente que se gastaba un pastón sólo para verle hacer el paseíllo-...
Y dicen, sin ir más lejos, los analistas técnicos que nuestro CurroIbex ha hecho una figura de “hombro-cabeza-hombro invertido” –ni me pregunten qué narices es eso, pero puedo asegurar que sacar esa conclusión sí que es de gente verdaderamente imaginativa-, y dicen también que eso ofrece buenas sensaciones –menos mal, porque si no dijeran esto último, la cosa sería como para llevar los cataplines de corbata y que el nudo no pudiera deshacerse. Los que no presumimos de “técnica” alguna –como uno, que hace lo que puede-, entendemos, por ejemplo, que se están registrando en los últimos días unos volúmenes de negocio bestiales –si me permiten la expresión- y, además, en todos los mercados –hoy, sin ir más lejos, en Madrid, nada menos que más de 5.200 millones de euros (ayer fueron cerca de 6.000), lo cual quiere decir que el dinero está cambiando de manos en cantidades globales diarias cercanas al billón de pesetas, pero es que en otros sitios la cosa va también por ahí-, y eso produce buenas sensaciones. Por ende, si el euro sigue en su pugna con el dólar –hoy ha perdido, otro día ganará posiciones- también es buena señal: nos indica que hay economía poderosa y dinámica. Que el Banco Central Europeo (BCE) no suba el precio del dinero también lo es -buena señal, se entiende-, como las declaraciones de su presidente –el del BCE, no el del dinero, también (creo) se entiende-, que ha reconocido que la posibilidad del encarecimiento de la “pasta” en la zona euro estuvo sobre la mesa durante la reunión de hoy –lo que le da más valor a la medida finalmente adoptada, así como a los principios de transparencia que generan la confianza necesaria en las instituciones-. Que el petróleo se haya ya más que consolidado en la moderación de precios también nos inspira buenas sensaciones. Que el tobogán que hace el Ibex se detenga en las marcas que fija la aplicación de las teorías de Fibonacci como soportes y que de ellas vuelva a subir, además de una pedantería de premio es también una buena señal... Que el Ibex haya cerrado en 10.476,90, tras una subida de un 0,50%, además de una buena señal es la confirmación de que las bajadas de días atrás no fueron más que una corrección, haciendo olvidar así cualquier duda –de momento- respecto a la posibilidad de que fuera un cambio de tendencia. Y la verdad es que también las principales bolsas europeas han terminado con mejoras: El Dax (+1,13%), el Cac (+1,63%), el Ftse (+1,37%)... Todo ello nos conforta y nos produce, cómo no, buenas sensaciones.
En el terreno patrio, Telefónica nos está dando disgustillos, pero tampoco es como para elevar un réquiem. No hacen falta –ni lo harán- elegías por “nuestro” –ojalá- valor más poderoso. Hoy ha sido el farolillo rojo del selectivo, tras perder un 1,54%. Y es que hay que entender que los mercados son cagones. Me explico. El trasfondo de todo es la oferta que ha hecho para la adquisición de la compañía de móviles inglesa-alemana-irlandesa O2: una buena compra, pero que supone un importante desembolso. En estos casos, los inversionistas suelen hacer siempre lo mismo: vender acciones del que compra y comprar acciones del que va a ser comprado. Y eso ha sido lo que ha pasado días atrás. Hoy, O2 ha tenido un descansillo de recogida de beneficios en el Ftse 100 londinense, que es donde cotizan sus acciones. Ha perdido un 0,5% para cerrar en 197 peniques. No está mal para una compañía que hace apenas una semana solía estar entre 150 y 160 peniques por título. Los rumores previos, la noticia de la oferta y los rumores posteriores han beneficiado, pues, al accionista, en un tercio de libra esterlina en unas horas. A los inversores lo que les pasa también es que huyen de los cambios, de cualquier indicio de cambio. No hay, pues, problemas para la cotización de Telefónica. No se vislumbran. Además, su filial de páginas amarillas, TPI, y la de móviles han progresado un 2,37% y un 1,12%, respectivamente. Todo ello nos da buenas sensaciones.
Como también nos da buenas sensaciones que la inmensa mayoría de los grandes valores se hayan portado bien: Santander (+1,53%), BBVA (+1,22%), Repsol YPF (+0,96%), Gas Natural (+1,16%), Endesa (+0,88%)...
(...)
Y con las buenas sensaciones yo me quedo...
Uhhhh. Acabo de leer: “Espectacular tormenta polvo en Marte de 1.500 kilómetros longitud”. Qué fuerte. Es un titular de la agencia EFE. La noticia cuenta: “Madrid, 3 nov (EFE).- Una espectacular tormenta marciana de polvo, extendida a lo largo de unos 1.500 kilómetros en la región media del planeta, ha sido captada por el telescopio espacial Hubble de la NASA, en la víspera del mayor acercamiento de Marte a la Tierra...”
Y a lo mejor es consecuencia del bonito y alargado tobogán que el Ibex describe en mis pantallas.
Manuel Pérez-Petit.

(Debo aclarar que los enlaces que puedan haberse deslizado en éste texto no son vigentes en la actualidad.)

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